Las piscinas enterradas fabricadas en hormigón armado, soportan no solo el peso del agua , sino también la presión externa del terreno alrededor de ella, por lo que constituye un sistema de fuerzas estable, entre el peso y el empuje del agua.
El hormigón tiene un coeficiente de dilatación de 1.2 X 10-5 (°C-1). No es un coeficiente muy alto, pero si lo suficientemente importante como para considerar los movimientos diferenciales de las piezas de hormigón ante la acción del calor. Cuando estamos ante superficies suficientemente rígidas, como por ejemplo una piscina, ocurre que ante el efecto del calor del sol, al estar vacía, la estructura se deshidrata,o puede moverse ocasionando fisuras en ella que la inutilizaran por completo.
En el supuesto de que se deba reparar o llevar a cabo una limpieza profunda del vaso, es normal que se decida dejar la piscina sin agua. No obstante, una piscina que está al aire libre no debería estar vacía más de 20 días, máximo un mes, tomando siempre en cuenta el clima y la época del año, ya que es muy posible que empiece a deteriorarse.
La mejor forma de llevar una piscina fuera de temporada o que este fuera de uso, es aplicar un mantenimiento mínimo que permita circular el agua y se mantenga en condiciones estables con una cloración fuerte por encima de la media .
